jueves, 24 de marzo de 2011

Cenicientas de Saldo y Esquina


Aquellos seres nocturnos que esperan ser abordados por hombres que desean satisfacer sus más primitivos instintos sexuales. Aquellos seres que el género masculino piensa que usa como objeto. Seres fríos, sin alma, tal muerto viviente. Conservadores las califican de gente que le gusta ganar dinero fácil.

Algo bien alejado de la realidad de ellas. el hecho de entregarles sus cuerpos a hombres sudorientos, apestosos, poco atractivos y patanes, describe pero no alcanza a imaginar el sufrimiento de una chica que empieza a laborar en este, uno de los negocios más antiguos de la humanidad que consume el alma de estas mujeres, al punto de convertirlas en máquinas que en horas de trabajo funcionan en automático. Todas las noches interpretan el mismo papel, variados guiones pero su performance no llegara a ser reconocida por ninguna academia de actores.

Realmente somos los hombres quienes las usamos? Por supuesto que no, ellas hacen con nosotros lo que quisieron. En el momento en que empezó su jornada de labor, sabían lo que iban hacer y ya calcularon cuantas victimas esperaban tener para redondear un gran día.

Nos idiotizan, nos vuelven esclavos, cada vez que sentimos el deseo de sacarnos las tensiones comunes del vivir, desfogarnos en ellas es lo que buscamos. Una cenicienta diferente, en esquinas alternas. Son las que alivian y escuchan nuestras penas expresadas en una eyaculación.

La poca comunicación sexual con sus parejas, es una causante que debamos asistir a liberar nuestros pensamientos más obscuros con las cenicientas, ellas no se cohíben por la moral dictaminada por la sociedad y nos permiten expresarnos y pedir con convicción lo que anhelamos desde el fondo del subconsciente.

La culpa, ese sentimiento que viene después de una explosión en nuestro cuerpo. El sentirse sucio, manchado. Esa culpa que se activa inmediatamente tras la eyaculación, creo que un nivel más alto que la culpa tras el pajazo.

Un homenaje para aquellas damas de la noche, que permiten que el hombre sacie sus instintos animales, y que ayuda a reducir la violencia en las sociedades, tras quitarnos frustraciones del yo natural, que por cuestiones morales se ve cohibido.

1 comentario:

Andru In The Sky dijo...

CRUDO. REAL. Actrices de media noche, psicólogas del noctámbulo. Buen monólogo. El ser humano es muy complejo en su construcción social, esa lucha interna de la psiquis; lo mal visto es malo. Estudiarnos a nosotros mismos, reconocernos con crudeza y honestidad brutal, cuestionarnos a nosotros mismos, cuestionar a la sociedad; nos hace conscientes de las debilidades y flaquezas de la humanidad completa, y esa "imperfección", ese desacuerdo, son los que paren historias y emociones como ésta.